Génesis, Investigación y Proceso

Queremos comentarles cómo nació el libro, su proceso de investigación, y el resultado de ese proceso materializado en su publicación, junto con una síntesis.

A partir de las reflexiones que nos propicia el Bicentenario, surgió la idea de abordar uno de los campos más controvertidos y esenciales desde la perspectiva país: la educación. Teniendo en cuenta que la crítica no constructiva es un lugar común y estéril, desde el inicio encaramos este trabajo con la intención de rescatar lo mejor del pasado, para proyectarlo hacia el futuro, en un libro de difusión general.

La intención de esta publicación es provocar la reflexión tanto en el lector común como el especializado, acerca del tema de la educación en el marco del Bicentenario, y para ello nos pareció mejor hacerlo partiendo de la selección de algunos personajes que a lo largo de estos 200 años nos han dejado su pensamiento y su legado. Tarea ardua, ya que muchas personas han trabajado y realizado importantes aportes a la educación. Pero la selección fue necesaria, para acotar también el análisis.

Partimos de un trabajo de investigación para realizar la selección, de los cuales surgieron Manuel Belgrano, Domingo F. Sarmiento, Pablo Pizzurno, Jaime Barylko y Cecilia Braslavsky. Hay que aclarar que todos ellos ya han fallecido, los últimos hace menos de diez años. La ventaja de esta selección es que abarcamos todo el período, y que no existe una única forma o un único origen para poder hacer aportes al tema de la educación. Tenemos un Héroe de la Independencia, un Presidente, un promotor de la Paz, un Filósofo y una Investigadora.

Rescatamos en Belgrano una faceta muy importante y nunca considerada de uno de los Hombres de Mayo, Sarmiento es un personaje controversial e ineludible en nuestra educación, Pizzurno ha tenido gran actuación dejando importantes aportes y hoy en día no se lo recuerda ni en los profesorados, Barylko promovió los aspectos axiológicos y teleológicos de la pedagogía, y Braslavsky ha realizado sus reflexiones y contribuciones también desde el ámbito de la investigación. Todos han trabajado por el bien común con compromiso, visión argentina y americana: Belgrano y su vocación independentista sin fronteras, Sarmiento y Pizzurno con representación internacional, Barylko y Braslavsky como asesores del Ministerio de Educación, y ésta última como la primer mujer y argentina en liderar una dependencia internacional de la UNESCO asesorando a Latinoamérica y los países del tercer mundo.

Cada uno de estos personajes tiene un capítulo exclusivo en el libro. Se los presenta con una biografía referencial para ubicar su vida y su obra, más un apartado con algunos de sus aportes a la educación que nos interesa resaltar, los cuales luego retomamos en el último capítulo. En los títulos de cada capítulo estamos incluyendo una frase –bastante elocuente por cierto- de su autoría:
- Manuel Belgrano, “Un pueblo culto nunca puede ser esclavizado”: Propuso la educación gratuita y católica en diferentes ramas y niveles para formar a las nuevas generaciones, incluso para niñas separando los sexos. Concibió un proyecto educativo en pos del trabajo, el progreso, el desarrollo económico y el bienestar general. La sociedad avanzaría si avanzaba la educación. Propuso además la creación de escuelas técnicas y de oficios.
- Domingo F. Sarmiento, “Educar al soberano”: En su concepción, civilización era sinónimo de libertad. Promovió la fundación de escuelas y la educación obligatoria, gratuita y laica regida por el Estado. Pensaba que se enseñaba con el ejemplo, y que la educación promovía el trabajo para producir riqueza y progreso. Desarrolló métodos más sencillos. Difundió la enseñanza en nuestro país, haciendo extensivos sus trabajos a todos los países hispanoamericanos.
- Pablo Pizzurno, “La paz vendrá por la educación”: Creía que se debía educar para la paz, desde el hogar pasando por la escuela. El objetivo final de la educación debería ser formar el carácter moral, orientando las acciones a lo bueno y justo. La enseñanza tenía que preparar para la vida al hombre de mañana, desarrollando su autonomía y las aptitudes y actitudes que debería desplegar. Estuvo a favor de la escuela laica que no fuera antirreligiosa.
- Jaime Barylko, “Educar en valores para la libertad”: Defendió un proyecto nacional de educación, basado en la teleología y la autonomía, donde se enlazan los ciclos en forma dialéctica teniendo en cuenta lo general y lo particular, lo social y lo individual, la vida y cada etapa de la vida. Estuvo a favor de la educación privada y religiosa. Propuso realizar la revolución educativa. Y lograr tener una escala axiológica común.
- Cecilia Braslavsky, “Un paradigma humanista para la educación”: Remarcó a partir de las democracias una nueva forma de hacer política educativa desde la concertación. Ante las desigualdades sociales volcó su compromiso en defender el tema de la equidad, el fortalecimiento de la participación, y el acceso a una mejor calidad educativa como derecho de todos. Recuperó la idea de que la educación es una apuesta a la vida y al futuro.

Una particularidad de este libro es que está trabajado de modo interactivo, ya que para la lectura de uno de sus capítulos el lector debe remitirse a este sitio web específico creado expresa y exclusivamente para ese fin. Esto permite que el lector explore diferentes entornos, y la posibilidad de contar con material documental de calidad procesado para su uso y difusión. Esta estrategia rompe también con la dicotomía libros vs. computadoras, integrando constructivamente ambas modalidades. Lo unificador es el tema, no el soporte ni el formato, ya que colaboran entre ellos sin competir.

De esta manera está desarrollado el capítulo “’Entrevista’ con nuestros protagonistas”. En la época del revisionismo histórico, nos pareció importante “darle la palabra” a nuestros protagonistas, y acercar a la gente el pensamiento “vivo” de nuestros autores, una práctica que hoy en día no se realiza ya que todo está mediado en exceso, para que los lectores puedan sacar por ellos mismos sus propias conclusiones. En ese sentido, en el marco de la celebración del Bicentenario, nos tomamos la libertad de “reunirnos” con nuestros protagonistas para “entrevistarlos”. Donde cada uno “habla” desde su tiempo. Esto fue posible realizando un análisis de los temas transversales de nuestro interés explorados en materiales documentales de cada autor. De modo que para cada pregunta encontramos respuestas en citas textuales referenciadas. Resultó ser un trabajo muy interesante en sí mismo, y un verdadero valor agregado, ya que refleja los idearios, preocupaciones y reflexiones de estos personajes:
¿Qué reflexión les surge a partir del Bicentenario?
¿Qué idea de hombre subyace en relación con la educación?
¿Y qué sucede con los valores, las virtudes y el sentido educativo?
¿Cómo ven la educación?
¿Qué es para ustedes la educación? ¿Cuál es su función?
¿Qué relación existe para ustedes entre educación y libertad?
¿Cómo se proyecta a futuro la educación?
Sus respuestas presentadas de esta manera, teniendo en cuenta que cada uno las realiza desde la realidad de su época, son disparadoras de reflexiones impensadas para el lector.

De la lectura surgen y circulan conceptos como educación, libertad, valores, moral, patria, nación, estado, democracia, americanismo, paz, progreso, integración, cultura, humanismo, trascendencia, equidad, entre otros que cada uno irá descubriendo y apreciando en la medida de sus intereses. La idea es que el lector realice sus propios procesos de pensamiento en base a estos tópicos como disparadores.

En el último capítulo “Alentar el fuego de la educación” retomamos los aportes de cada uno. Que desde dispares orígenes, épocas, circunstancias, a partir del ejercicio responsable y benevolente de su libertad, irradian esa voluntad, esa pasión, ese “fuego” por la educación. Eso justamente es lo que queremos rescatar, sacar a la luz, acercar a la gente común. En contraposición con la apatía actual, y con la tendencia a responsabilizar al “otro” por las omisiones e inacciones propias, quisiéramos poder “contagiar” el compromiso que ellos asumieron a los lectores, de modo de movilizar su participación cívica en los temas de la educación, y por extensión a todos los temas que como sociedad debemos afrontar. Adicionalmente realizamos una reflexión acerca de las dimensiones (personal-social) y niveles (físico-mental-espiritual) del hombre que están contempladas –o no- en la educación actual, poniendo énfasis en los aspectos teleológicos y axiológicos, a partir de lo ético-moral. Que esto lleva al hombre a elevar el ejercicio de su libertad, iluminando el pensamiento y dignificando la conducta.
El libro encara el desafío axiológico y de sentido formativo de la actualidad. Sostiene una perspectiva optimista, equidistante e integradora entre la dimensión personal, social y trascendente del hombre en formación y sus potencialidades, para enriquecer la construcción del nuevo paradigma humanista del siglo XXI.
Todos somos responsables por la educación que tenemos, y es necesario hacerse cargo de ello. Ni el Estado ni nadie puede educar solo. La educación no es un tema de los docentes solamente, es un tema de toda la sociedad.
Todos somos responsables por la educación que tenemos, y es necesario hacerse cargo de ello. Por esa razón es que el libro concluye con una interpelación esperanzada a la sociedad, la que deberá definir madura y responsablemente qué educación quiere hacer realidad. Y remata con frases textuales de los personajes seleccionados, que continúan con su tarea de Alentar el fuego de la educación para todos aquellos que quieran escucharlos, porque todos somos Educadores del Bicentenario.

EXPERIENCIA DE LA PUBLICACION DEL LIBRO

Existen muchas maneras de promocionar, en diferentes ámbitos, la lectura y el libro. Basta sólo pensar creativamente para desplegar un abanico de opciones. Pero en investigación muchas veces esto no sucede. El investigador trabaja con frecuencia en un esquema comunicacional cerrado, si es que esa investigación no circula -con la adaptación y difusión suficiente- más allá de las comunidades de conocimiento específicas y científicas que constituyen su público natural.

¿Cómo lograr que la publicación de una investigación, constituya a la vez un dispositivo de divulgación en diferentes ámbitos y de promoción de la lectura y del libro?

Éste fue uno de los planteos que nos hicimos como escritoras al abordar la redacción de nuestra investigación para el libro Alentar el fuego – Educadores del Bicentenario. En función de su contenido, tomamos el legado de cinco personalidades argentinas que han dejado su impronta educativa -entre otros- a lo largo de estos 200 años: Manuel Belgrano, Domingo F. Sarmiento, Pablo Pizzurno, Jaime Barylko y Cecilia Braslavsky. Allí analizamos y articulamos transversalmente una línea temática original para proyectar, con nuestro aporte, una contribución a la construcción del paradigma humanista del siglo XXI. Además invitamos a la sociedad a elevar/alentar la/el cultura/fuego, realizando sus propias investigaciones/aportes “Alentando el fuego de la educación”[i], porque “todos somos Educadores del Bicentenario”.[ii]

Tomamos el Bicentenario como disparador de nuestro trabajo. Consideramos, como analizan Inés Dussel y Myriam Southwell, que su celebración “debe tender puentes hacia otras expectativas y otros horizontes que tenemos que gestar desde ahora.”[iii] Por ello, este tiempo histórico nos compromete a elevarnos y proyectarnos, desde nuestra herencia y raíces, hacia el futuro.

En consonancia con esta investigación y la promoción del libro y la lectura (propio/a y ajenos/as), podemos decir junto con Jorge Luis Borges que “uno no es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”; lo que cultivamos constituye nuestro mundo, la cultura. Cultura interna, el texto, cultura externa, el contexto. En línea con Umberto Eco expresamos que “los libros siempre hablan de otros libros y cada historia cuenta una historia ya contada”; interpretada. No obstante partimos de una idea de lector que ejerce, como explica Pedro Barcia, todas las funciones: “leer, elegir, escoger, reunir, pasar revista, escuchar, aplicar su atención”[iv], porque es libre y pensante. Esperamos como escritoras que “el lector se descubra a sí mismo” en una “experiencia de transformación”[v] dialéctica. Es que somos con el otro; comunicación. Necesitamos diálogo, libros. “La buena literatura ha de ser un fenómeno de minorías? No lo creemos. […] es apta para todos los públicos.”[vi] Coincidimos en ello con Julián Moreiro.

Entonces desde una perspectiva histórica asumimos un paradigma humanista de “Educación para Todos”. Tomamos el guante, ya que como señala la UNESCO este tema “nos concierne a todos.”[vii] Por ello, desde la experiencia según Cecilia Braslavsky como protagonistas de la educación “es necesario avanzar en la construcción de criterios para la acción”[viii] porque somos corresponsables de la producción de los cambios para el desarrollo social. Y si recordamos palabras de Guillermo Jaim Etcheverry: “en esa expansión de las posibilidades de lo humano que genera la cultura, reside, posiblemente, la última esperanza de concebir un futuro distinto.”[ix] Ante la humanidad, el porvenir nos compromete a nutrirlo en función de la elevación de la persona para el bien común; y así avanzar hacia una sabiduría[x] propiciadora de la convivencia y la cultura de la paz.

El partir de una democracia cultural participativa, que permita “abrir al pueblo los espacios de expresión y cederle los recursos que le corresponden”[xi] al decir de Adolfo Colombres, nos ubica en forma equitativa dentro del pluralismo cultural. La inclusión de estrategias de promoción e integración con “la participación y la creatividad social [vinculando] la acción cultural [con] la acción educativa”[xii] como señala Ricardo Santillán Güemes, estará en función de lo que cada uno pueda aportar desde su libre albedrío.

Y así favorecer, en el marco de la sociedad del conocimiento, la conformación de “una comunidad de aprendizaje ampliada”[xiii] según propone Alberto Sileoni, porque éste es un derecho y un deber, fundado “en la crítica constructiva de todas las ilusiones que sus antecesores han contribuido a producir y a mantener”[xiv] al decir de Pierre Bordieu, que se debe hacer sobre el mundo y su misión.

Esto, en nuestra concepción y en coincidencia con Jaime Barylko, podrá realizarse respetando a las personas y su pensamiento, poniendo énfasis en una comunicación plural elevadora y trascendente que brinde un “sentido comunitario-comunicativo”[xv] para la vida.[xvi]

La concepción, desarrollo, redacción y publicación de lo investigado nos provocó reflexiones antes, durante y después de todo el proceso.

El planteo de la estructura y escritura del contenido para la difusión del libro, fue un tema clave. Nos implicó el desafío acerca de cómo realizarlo, manteniendo la calidad del material y de las conclusiones. Nos valieron algunas reflexiones previas: “¿qué rasgos técnicos y lingüísticos suelen reclamar nuestra atención en un texto? ¿De qué forma? ¿Dónde reside su eficacia?”[xvii] Desde éstas, encaramos las complejidades que nos presentó la investigación y sus resultados para hacerla accesible al público general, combinando diferentes alternativas:

- Elección del formato final de tipo ensayo: Ya que consideramos a éste el más conveniente en función de su versatilidad, porque “situado en la frontera entre géneros diversos […] es sin duda […] un generador de ideas idóneo para el intercambio y la polémica intelectual [por su] elasticidad.”[xviii] A priori nos permitió contar con la amplitud de posibilidades que necesitábamos.

- Creatividad en la combinatoria de recursos: Al considerar que en la actualidad los diferentes géneros literarios se han revolucionado y cuestionado en sus técnicas, dando lugar a que el escritor “busque nuevas formas expresivas”[xix], trabajamos teniendo en cuenta que para hacer esta revisión histórica había que “fomentar la creatividad y participación en espacios de discusión y reflexión entre todos”[xx] con una propuesta innovadora.

- Adopción de diferentes puntos de vista/narradores: En base al material documental de fuentes primarias consultado, “jugamos” con estos recursos. Consideramos que, a nuestros fines, se nos hacía necesario trabajar y presentar el material en forma indirecta (tercera persona) para todos los capítulos, menos el 6to. de la entrevista, donde volcamos los testimonios de los personajes en forma directa (primera persona), como así también en la introducción y en el último capítulo, donde damos nuestra visión. Esto nos permitió lograr “una mirada plural”[xxi] sobre los temas que focalizamos.

- Selección y presentación de protagonistas históricos: Para ello, respetamos aspectos historiográficos según la relevancia de sus aportes a la educación, de acuerdo con nuestro criterio. Al decir de Sarmiento -uno de nuestros seleccionados- “la historia no marcharía sin tomar de ella sus personajes”[xxii], testigos y actores inspiradores de un futuro mejor, en estos 200 años de análisis. Tuvimos en cuenta una perspectiva pluralista valorando sus diferentes orígenes, roles, creencias…, sin olvidar que “la historiografía, la teoría y crítica literarias deben saber discernir con precisión cuándo cabe hablar de transmisión directa o indirecta”[xxiii] para facilitar la accesibilidad de los lectores a sus legados.

- Lenguaje y estructuración simples: En ese sentido, apuntamos a la mayor claridad y simpleza posible. Teníamos que “escribir sencillo para llevar la historia a la gente”[xxiv] y facilitarle una mejor decodificación y recepción del mensaje.

- Recursos periodísticos/literarios: En el anteúltimo capítulo realizamos una “entrevista” a nuestros protagonistas –todos fallecidos-. Utilizamos estos recursos también desde lo didáctico, con el mayor rigor historiográfico, ya que las mismas preguntas son respondidas por todos desde sus palabras, ideas y tiempo, referenciadas con las correspondientes citas bibliográficas. Y lo entendimos con el sentido dado por Jorge Halperín “como una nota que trae la vibración de un personaje, su respiración, sus puntos de vista y su naturaleza”[xxv]. Entonces nos valimos de preguntas tematizadas para que, en el marco de una “ficción”, el lector pueda acceder en forma más directa al pensamiento de estos personajes, con respuestas “reales” referenciadas, traspasando las barreras del espacio y del tiempo, en temas aún vigentes.

- Respeto por el lector y sus procesos de pensamiento: Con la intención de liberarlo del autoritarismo (habitual) del escritor, abrimos un espacio de libertad y estimulación del pensamiento dentro del libro. La idea fue superar barreras y condicionamientos, “la distancia hermenéutica entre producción y recepción de los textos periodístico-literarios […] de índole comunicativa, cultural y literaria”[xxvi], desde un proceso histórico-dialéctico. Por ello generamos un ámbito donde el material invita a la propia interacción e interpretación del lector.

- Edición del libro en formato complementario (papel/virtual): Saber que el libro evoluciona con la tecnología, aunque a pesar de ello persistirá y, “seguirá siendo lo que es”[xxvii], hace necesario tener en cuenta que en la cultura colectiva “las nuevas tecnologías democratizan el acceso a la cultura”[xxviii] y propician la llegada al “libro gratis”[xxix]. Aprovechamos internet como “sistema abierto […] en continua evolución […] un medio tan creativo y vigoroso […] con todas las oportunidades que ofrece.”[xxx] Por esa razón utilizamos este recurso con la idea de potenciar (no competir) las bondades de cada soporte, atender diversos públicos y abrir una posibilidad de acceso gratuito al contenido evitando que lo económico sea un impedimento para llegar al mensaje.

- Capítulos modulares: Nuestra propuesta refleja la intertextualidad y la ruptura de la linealidad, en respuesta a “esta nueva figura del lector disperso” y de la “lectura distraída” donde “las experiencias reales se entrecruzan con las virtuales”[xxxi]. Abrimos entonces la posibilidad de permitir lecturas parciales y/o totales, sin perder el sentido. Así es que quedó organizado con la Introducción; un Capítulo para cada uno de los personajes seleccionados, con presentación previa (ya que es posible que no todos ellos sean lo suficientemente conocidos); el Capítulo sexto, con la “’Entrevista’ a nuestros protagonistas” editada en el sitio web del libro; y el Capítulo final en el que retomamos los conceptos principales y realizamos nuestros aportes.

- Promoción de la investigación, el libro y la lectura: Dispusimos la investigación al público general, que habitualmente no tiene oportunidad de acceder a este tipo de material. Asimismo, instamos al aumento de la participación de la sociedad para desplegar el “desarrollo social-cultural […] potencial […] que posee.”[xxxii], invitándola a retomar la lectura y a realizar sus propias investigaciones y aportes.

La celebración del Bicentenario nos invitaba a hacer una mirada retrospectiva. El realizarla, conmovió desde las raíces y el legado, nuestra identidad. Con la llama viva de una conciencia comprometida con la herencia educativa, para enriquecerla y proyectarla, asumimos una búsqueda en forma “complementaria y no antagonista con los reencuentros con el pasado”[xxxiii]. A partir de allí pudimos, en forma constructiva, pensar en la educación y su nuevo paradigma para el siglo XXI. Dicho evento predispuso –a nosotros y a la gente- al abordaje de temas relacionados con él; lo que favoreció la recepción de nuestra obra. Tal vez el tratamiento realizado en el libro acerca del tema educativo, propició la apertura de espacios de reflexión y participación social en general y en diferentes ámbitos en particular.
Quizá este marco, sumado a la selección que realizamos de los personajes (con sus diferentes perfiles y pensamientos respecto de los temas históricamente más controvertidos en la educación de nuestro país), más los que incluyen nuestra línea de análisis, haya influido en la identificación de los lectores y su consecuente movilización.

Así como nuestra experiencia (desde la investigación de distintos pensamientos y acciones) nos brindó un aprendizaje significativo (a través de diferentes libros/personajes y la lectura ampliada, abierta a la participación social responsable que planteamos), los lectores de nuestra producción tienen la posibilidad de transitar un camino similar y/o descubrir otros. Como quienes se han contactado nos confirman esto, nos sentimos animadas/alentadas a continuar en ese sentido.

A modo de conclusión, podemos considerar diferentes aspectos en función de su repercusión.
El libro, editado en 2010 y durante ese año, ha sido relevado como uno de los Libros del Bicentenario por Presidencia de la Nación; ha ganado el Premio Raíces Nacional – Especial Bicentenario; ha representado oficialmente a la cultura argentina en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt (seleccionado por la Cámara Argentina del Libro y los organizadores alemanes de la mencionada feria); se ha presentado en las Ferias Internacionales del Libro de Buenos Aires, Barcelona y Guadalajara y en la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires; y ha sido nombrado (junto con sus autoras) Embajador de la Paz por Mil Milenios de Paz mensajero del Manifiesto de la UNESCO y miembro del Consejo por la Paz de Cancillería de la República Argentina. Por estos reconocimientos, entendemos que ha trascendido desde su valorización.

Desde el inicio contó con el acompañamiento y agradecimiento de familiares y/o descendientes de los personajes históricos seleccionados, por la reconsideración de su pensamiento.
La presentación en diferentes lugares: universidades, profesorados, centros culturales, bibliotecas, consejos escolares, fundaciones, Fondo Nacional de las Artes y Casa Nacional del Bicentenario, contó con excelente acogida.

Fue coincidente la apertura de espacios que propició las presentaciones del libro, con la fuerte necesidad de participar y debatir de la gente, donde encontraron su cauce.
Esta experiencia denota el interés por el ejercicio de la memoria sobre lo que nos pasa y no nos pasa como sociedad, y la mirada hacia el futuro.

Su aplicación ha superado las expectativas del caso, ya que también ha llegado a diferentes niveles del ámbito educativo nacional, provincial y de la Ciudad de Buenos Aires, como material de cátedra, de investigación, de evaluación, y bibliografía obligatoria en profesorados, con renovados intereses.

Según los testimonios, la adaptación del contenido del libro en una estructura y lenguaje sencillos ha sido acertada, ya que propició su comprensión y la movilización de ideas, sentimientos, pensamientos, reflexiones y acciones.

La utilización de formatos combinados en su edición (papel/virtual), al haber facilitado la llegada a públicos de diferentes ámbitos, nos permite confirmar su validez instrumental y estratégica.
Esta obra, con fines formativos e informativos, dio lugar a promocionar diferentes libros y lecturas, incorporar nuevas líneas de análisis, nutrir nuevas perspectivas axiológicas y a desplegar actividades que trascienden la edición habitual de un libro.

Desde una mirada humanista comprometida con la paz, la propuesta del libro para pensarnos todos juntos, como humanidad, puso nuevamente en el centro de la escena la gravitación de los valores y sentidos.

En respuesta a la problemática señalada al inicio con la experiencia relatada, definitivamente una investigación puede constituir un dispositivo de divulgación en diferentes ámbitos y a la vez promocionar la lectura y el libro, con factibilidad de re-producción en situaciones diversas.
Alentar el fuego – Educadores del Bicentenario[xxxiv], alienta la cultura y la educación, la promoción del libro y la lectura. Es presentado para “que aliente nuestro compromiso”[xxxv] según palabras de Ernesto Sábato, y así contribuye a elevar y transformar la sociedad.
La recepción de esta obra, que promueve repetir y/o recrear la experiencia, nos da luz a pensar cuanto más se puede hacer para la promoción del libro y la lectura utilizando los recursos adecuados en forma creativa.

Es que, al potenciar la vinculación escritor-lector, “si nosotros leemos, ellos leen”.[xxxvi]

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS, HEMEROGRÁFICAS y WEBLOGRÁFICAS:

[i] GIURLANI, María Irene y Gabriela Fernanda GIURLANI: Alentar el fuego – Educadores del Bicentenario, Editorial Dunken, Buenos Aires, 2010, pág. 97.
[ii] GIURLANI, María Irene y Gabriela Fernanda GIURLANI: Alentar el fuego – Educadores del Bicentenario, en www.alentarelfuego.blogspot.com, consultado el 21/01/2010.
[iii] DUSSEL, Inés y Myriam SOUTHWELL: “La celebración del Bicentenario, entre el pasado y el futuro”, en Revista El monitor de la educación, Nº23-5ta época noviembre 2009, Ministerio de Educación de la Nación, pág.26.
[iv] BARCIA, Pedro Luis: “El lector de diarios”, en Asomarse al futuro, La Nación, Buenos Aires, miércoles 15 de diciembre de 2010, pág.26.
[v] ECO, Umberto: El nombre de la rosa, Ed. Lumen, Barcelona, 1985, págs.22 y 8.
[vi] MOREIRO, Julián: Cómo leer textos literarios, Editorial EDAF, Madrid, 1996, págs.24 y 25.
[vii] UNESCO: “10 cosas que hay que saber de la Educación para Todos”, en www.unesco.org/es/efa/the-efa-movement/10-things-to-know-about-efa, consultado el 21/01/2010.
[viii] BRASLAVSKY, Cecilia: Re-haciendo escuelas, Editorial Santillana, Buenos Aires, 1999, págs.16-17.
[ix] ETCHEVERRY, Guillermo Jaim: La tragedia educativa, Editorial Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1999, pág. 215.
[x] ETCHEVERRY, Guillermo Jaim: “Información, ciencia y sabiduría”, LNR, La Nación, Buenos Aires, 30 de enero de 2011, pág. 74.
[xi] COLOMBRES, Adolfo: Manual del Promotor Cultural (I) Bases teóricas de la acción, Editorial Colihue, Buenos Aires, 1990, Tomo I, págs.53 y 176.
[xii] SANTILLÁN GÜEMES, Ricardo: “El campo de la cultura”, en OLMOS, Héctor Ariel y Ricardo SANTILLÁN GÜEMES, Educar en cultura, Ediciones CICCUS, Buenos Aires, 2000, págs. 51 y 38.
[xiii] SILEONI, Alberto: “La educación argentina hacia el Bicentenario de Mayo – Editorial”, en Revista El monitor de la educación, Nº23-5ta época noviembre 2009, Ministerio de Educación de la Nación, pág.1.
[xiv] BORDIEU, Pierre: Capital cultural, escuela y espacio social, Siglo Veintiuno Editores, 2000, México D.F., págs.175 y 202.
[xv] BARYLKO, Jaime: La revolución educativa, Editorial Sudamericana, 2008, pág.272.
[xvi] BARYLKO, Jaime: “El vacío espiritual en la educación”, en Revista Formar, Marzo 1991 – Año 2 – Nª 4, Editorial Molina, Buenos Aires, pág.32.
[xvii] MOREIRO, Julián, op. cit., págs.59 y 60.
[xviii] CHILLÓN, Albert: Literatura y periodismo, Editorial AGGE Universidad de Valencia, Valencia, 1999, págs. 131 y 132.
[xix] MOREIRO, Julián: op. cit., pág.88.
[xx] SILEONI, Alberto, op. cit., pág. 1
[xxi] MOREIRO, Julián: op. cit., págs.144, 154 y 155.
[xxii] SARMIENTO, Domingo Faustino: Recuerdos de provincia, Editorial Losada, Buenos Aires, 1992, pág.13.
[xxiii] CHILLÓN, Albert, op. cit., pág.420.
[xxiv] LOMNÉ, Georges: “Hay que escribir sencillo para llevar la historia a la gente”, en Periódico La Patria, Manizales, Colombia, 25/02/2010, en www.lapatria.com consultado el 21/01/2011.
[xxv] HALPERÍN, Jorge: La entrevista periodística, Editorial Aguilar, Buenos Aires, 2007, pág. 19.
[xxvi] CHILLÓN, Albert, op. cit., pág.405.
[xxvii] ECO, Umberto y Jean-Claude CARRIERE: Nadie acabará con los libros, Ed. Lumen, Barcelona, 2010.
[xxviii] PIGLIA, Ricardo: “Leer y escribir en redes”, Suplemento ADN, La Nación, Buenos Aires, sábado 19 de abril de 2008, pág. 5.
[xxix] ROJO, Alberto: “El libro perdura”, Revista Limen, Nº12 – Etapa 3 – Invierno, Editorial Kapelusz, pág.15.
[xxx] GATES, Bill, cit. por Janet Lowe: Bill Gates habla, Ediciones Deusto S.A., Bilbao, 1999, pág. 205.
[xxxi] PIGLIA, Ricardo, op. cit., pág. 6.
[xxxii] PÉRSICO, María Silvia: “La gestión participativa para el desarrollo cultural local”, en Boletín GC: Gestión Cultural Nª 11: Participación Ciudadana, Portal Iberoamericano de Gestión Cultural, abril de 2005, pág. 6, en www.gestioncultural.org, consultado el 20/01/2011.
[xxxiii] MORIN, Edgar: Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, UNESCO y Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 2000, pág. 74.
[xxxiv] GIURLANI, María Irene y Gabriela Fernanda GIURLANI, op. cit.
[xxxv] SABATO, Ernesto: discurso pronunciado durante la presentación del Plan Nacional de Lectura, Prensa y Comunicación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Buenos Aires, 18 de mayo de 2004, en www.escribirte.com.ar/textos/608/ernesto-sabato-discurso-durante-la-presentacion-del-plan-nacional-de-lectura.htm, consultado el 20/01/2011.
[xxxvi] FUNDACION EL LIBRO: “14º Congreso Internacional de Promoción de la Lectura y el Libro”, en www.el-libro.org.ar, consultado el 21/01/2011.